sábado, 5 de noviembre de 2011

HISTORIA DE LOS ALTARES DE MUERTOS


   ¿Qué es el Día de Muertos?: 
El Día de los Muertos, como su nombre lo indica, conmemora y celebra a los santos difuntos. Esta fiesta ocurre anualmente el día 2 de noviembre. Aunque a través de la República mexicana encontramos diferentes manifestaciones de la fiesta, básicamente consiste en lo siguiente: En los hogares, se coloca un altar con la imagen del difunto que se recuerda.

 Orígenes:

 Claramente los orígenes de esta fiesta vienen desde el tiempo de los aztecas. Los aztecas pensaban que aquellos que morían accidentalmente o por enfermedades incurables, iban a parar a Tlalocán (una especie de paraíso terrenal) donde les recibía Tláloc. En ese lugar pasaban la eternidad cazando mariposas, comiendo frutas exquisitas o jugando pelota. Los que morían de forma natural (y aquí viene la cuestión de la ofrenda), tenían que llevar a cabo un penoso viaje de cuatro años, durante el cual, enfrentaban todo tipo de peligros. Los afortunados que finalizaban su travesía, arribaban a Mictlán donde eran recibidos por Mictlantecuhtli. Estas creencias coinciden con la localización de tumbas con objetos funerarios de alrededor de 1800 A.C. - 1300 A.C. Los aztecas crearon muchas esculturas relacionadas con la muerte. Su literatura también nos enseña la filosofía mexica hacia la muerte.

 Fiestas Prehispánicas:
 



A través de los datos que de los aventureros, escritores, frailes, etc., se conoce que existían dos festividades dedicadas al culto de los muertos. Fray Diego de Durán decía que eran durante el noveno y décimo mes del calendario náhuatl. El primero de estos meses de veinte días se llamabaTlaxochimaco, era dedicado a la fiesta pequeña de los muertos, llamada Miccaihultontli (náhuatl), era la fiesta de niños inocentes muertos. El segundo de los meses se llamaba Xócotl Huetzi y la fiesta Hueymiccailhuitl, era la fiesta grande de los muertos adultos en la cual se hacían grandes solemnidades. Posteriormente en la Nueva España como consecuencia de la evangelización en el siglo XVI se introducen nuevos conceptos acerca de la muerte y de los lugares a donde va el alma de los difuntos. Con esto, se pasan estas dos fiestas prehispánicas del calendario náhuatl al calendario cristiano que corresponden a las festividades de Todos Santos y Fieles Difuntos, es decir, al 1 y 2 de noviembre. Sin embargo, algunas de las creencias prehispánicas han continuado con los grupos indígenas actuales mezclados con elementos del cristianismo.


La Ofrenda y la Ceremonia:
 Ofrendar significa compartir con los parientes y amigos fallecidos ciertos privilegios de la vida y algo de los frutos obtenidos durante el año, así como ofrecer alimentos, además de los tradicionales que se dan como ofrenda en cada población , los preferidos en la vida por los difuntos a quienes se les recuerda en el altar. En estos días se reafirma la presencia de los que ya se fueron, pero al tener una vida similar en espíritu, vuelven a estar presentes. La ofrenda consiste en una serie de elementos generalmente presentes. Estos son: flores (de cempasúchil en especial), pan, velas, bebidas, imágenes religiosas, frutas, comidas, tabaco, papel picado, dulces y copal. En algunos casos se coloca en la ofrenda fotos de los muertos, juguetes, ropa, instrumentos de trabajo, instrumentos musicales y otros objetos que fueron apreciados por ellos durante su vida. Las ceremonias de días de muertos alcanzan en México mucha importancia. A las almas de los muertos se les venera y se les hacen ofrendas, estos actos han dado origen a ritos y ceremonias que refuerzan los lazos familiares. La celebración de este día da vida a la creencia de que los difuntos tienen “permiso en esta ocasión, para visitar a sus seres queridos de este mundo

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